Alberto Italo Calabrese - Años 20 |
En Enero de 1999 en la sección de sociales del diario
la Nación, salía la noticia del hallazgo de un gliptodonte en Cabildo y Blanco Encalada, en el barrio de Belgrano.
Un mes antes, en Diciembre del ‘98 la misma sección del mismo diario, se
lamentaba por el fallecimiento del Profesor Emérito de la Universidad de Buenos
Aires Dr. Alberto
Ítalo Calabrese, quien vivía a unas pocas cuadras del lugar del hallazgo y en aquellos
días hubiera cumplido 86 años.
Alberto había nacido en el barrio de la Boca un 14 de
enero de 1913. En la lista de 11 hermanos el ocupaba el número 10. Hijo de María
Eterpeta Imbroscia y Santiago Roque Calabrese, ambos nacidos en Barletta, Italia.
Su padre Santiago nació en 1857, hijo de un marino mercante
desde muy joven abrazó la profesión, y a los 15 años ya tenía dos vueltas al
mundo certificadas. A finales de 1880 se radicó en Buenos Aires y fundó una compañía naviera con dos barcos traídos de Italia.
La empresa se dedicaba a transportar piedras y arena para la construcción de
caminos de su cantera en Colonia Uruguay al puerto de Bs. As.. Los lugareños de
Uruguay, bautizaron la playa y el Muelle
donde solía atracar como “del calabrés”, en referencia y honor a su apellido.
Una vez establecido en la Boca por 1890, contrajo
nupcias con María vía poder y sin conocerse, el con treinta y pico y ella de 17.
Al poco tiempo arribó para estar junto a su desconocido y flamante marido, luego
de casarse aquí por iglesia comenzar a formar una familia.
Corrían los años 20 y Alberto vivía en Suárez y
Necochea, por ser uno de los más pequeños (con su hermano mayor se llevaba 18
años), se tomaba la licencia de ir solo al colegio que estaba en Parque Lezama.
En ese entonces, el parque inaugurado en 1896 lucía muy distinto al que
conocemos hoy. En él se podía encontrar una plaza de toros, un restaurante en
forma de molino, un tren con estación para niños, un teatro a cielo abierto, un
lago con góndolas, un circo y una escuela primaria.
La cuestión que Alberto ya de pequeño era un
observador curioso que le gustaba aprender e investigar. Un día saliendo del
colegio, ocurre un desprendimiento de tierra del lado de la barranca hacia la
avenida Paseo Colón. Mientras observaba la pared de el terraplén que había quedado
al descubierto, le llama la atención la simetría del barro seco que estaba como
escamado. Sin pensarlo dos veces, comienza a excavar con sus manos en la tierra
y descubre que esas rugosidades definitivamente no eran del barro. Tan compenetrado estaba en su labor, que comenzó
a llamar la atención de un hombre que estaba cerca. El casual espectador, no
pudo evitar acercarse y preguntarle – Qué estás haciendo pibe? Más sorprendente
fue la respuesta de Alberto: - Creo que encontré un gliptodonte…
El paisano ni lerdo ni perezoso, se fue raudamente a
buscar un teléfono para llamar al diario Crítica. Este periódico había sido
fundado en 1913 por el uruguayo Natalio Botana y tenía fama de publicar
noticias sensacionalistas. La cuestión es, que en lo que Alberto terminaba de
descubrir parte del caparazón llegaron los fotógrafos y haciéndolo a un lado
retrataron al oportunista como responsable del hallazgo. Luego de eso arribaron
los especialistas y el fósil terminó siendo trasladado al Museo de Ciencias
Naturales.
Pasaron los años y Alberto se convirtió en un
prestigioso médico e investigador. Con los años sería profesor titular de Toxicología
y Medicina Legal (UBA), como así también primer titular de Toxicología en la
Universidad del Salvador y profesor Emérito de la UBA. Sus investigaciones
sobre el ADN lo llevaron en los años 90 a exponer sus trabajos en EEUU.
Hasta su fallecimiento “el profe” apodo que se había ganado
en sus años de docencia, siguió atendiendo a sus pacientes en el Instituto de
Terapia Genética que él había fundado.
Padre de 5 hijos solía contarles la anécdota sobre su
descubrimiento en el parque cuando era pequeño y entre risas reconocer cómo ese
fue el primer robo científico que padeció, pero no el último, durante su más de
medio siglo dedicado a la investigación.
Alberto Italo Calabrese - Años 90 |
Interesente Historia.!!!
ResponderEliminarGracias por leerme y comentar.
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