Dicen que Barracas siempre fue un barrio de Guapos, y debe ser verdad, porque en el año 1909, en Baigorri 75 entre Patagones y Caseros, un 4 de septiembre nacía Pepe Galleta, el único guapo en camiseta.
Mucho se habló sobre la vida de Pepe Biondi y su triste
infancia en el circo, pero muy poco sobre su nacimiento en la casa de Barracas,
en cuyo terreno hoy está el Hospital Británico.
Plano de 1912 El Hospital ocupa una parte |
Cuando Pepe nació, el barrio lucía muy distinto. La
avenida Caseros era una de las pocas arterias adoquinadas (1899). El espacio
que años atrás había ocupado el matadero de la convalecencia ahora estaba repartido entre una plaza llamada
España y un “criadero municipal de plantas”
La plaza diseñada por Carlos Thays, contaba con
alumbrado y baños públicos para hombres y mujeres y el día que fue bautizada
con su actual nombre (antes de 1900 se
llamaba “De los inválidos”) a la ceremonia asistieron 20.000 personas, se organizó una gran fiesta popular donde se
repartieron medallas conmemorativas.
En la esquina de Caseros y Baigorri estaba el vivero
con jardín botánico, allí entre otras cosas como ser plantas exóticas, se cultivaban distintas especies Yerba Mate.
Sobre Baigorri estaba el corralón de carros y los
establos municipales, estos funcionaron hasta la década del 50 y quedaban justo frente a la
casa donde vivían los Biondi.
Cuenta la leyenda que la familia compuesta por José
Biondi, Ángela Cavalieri, ambos oriundos de Nápoles, y sus 8 hijos (Pepe era el
tercero) eran muy pobres, y cuando Pepe cumple 6 años, Don José consigue un
trabajo en el ferrocarril y se mudan a Remedios de Escalada, en Lanús.
Plano de 1916 - El Hospital ocupa toda la manzana |
Lo cierto es que en la manzana donde se encontraba la
vivienda, también funcionaba el Hospital Británico desde 1887 (en ese momento
llamado Inglés). Tres años después al predio original se le había agregado la primera
escuela de enfermería del país. La Comunidad Británica llevó a cabo una intensa
campaña de recaudación de fondos para erigir un nuevo edificio, eso incluía
comprar los terrenos que estaban sobre Baigorri. Hasta ese momento los lotes eran ocupados por casas particulares e inquilinatos. Es hasta mitad de 1910 que
logran adquirir todas las propiedades de
la cuadra y hacerse con la manzana entera. Esta fecha coincidiría con la de la
mudanza familiar y podría ser el verdadero motivo de la misma.
La comunidad Británica siguió con la recaudación de
fondos y fue recién en 1940 donde las obras culminaron con la construcción del
pabellón Repetto, nombre puesto en Honor a uno de los principales mecenas.
Sobre el paredón perimetral del Hospital, escondidas
bajo los coloridos murales que decoran la cuadra, pueden verse las antiguas
chapas de numeración de las que fueran las viviendas desaparecidas. En el número 75, una pared baja enrejada deja ver los Jardines del Hospital.
Entrados los años 20 y luego de su fatídico paso por
el circo de los hermanos Anselmi, Pepe
volvió al barrio pero esta vez a trabajar. Con 14 años se lo veía a 10 cuadras
de su casa natal, en la esquina de Garay
y Bernardo de Irigoyen, en Constitución,
vendiendo diarios o lustrando botas. Allí sería descubierto por un ex
compañero de circo, que lo alentaría a regresar a las pistas. El resto de la
historia ya lo conocemos..
En los años 60, las oficinas administrativas del
vivero del sud, se convirtieron en un restaurant llamado el Mesón Español. Este,
pese a su prestigio, funcionó hasta principio de los 80 cuando la municipalidad
no le renovó la concesión del predio. Años después el lugar fue destinado como
Espacio Cultural del Sur
Foto Facebook LCDLT |
A principios de los 80 y con los albores de la democracia, un grupo de artistas titiriteros entre ellos
Javier Villafañe, Mane Bernardo, Sarah Bianchi y mi siempre recordado maestro
Pepe Ruiz, decidieron salir con sus
obras a la calle y el lugar elegido fue la esquina de Caseros y Baigorri que pasó
a ser un gran escenario al aire libre donde se realizaban espectáculos de títeres
para chicos y algunos grandes con alma de niño. No tardó en correrse la bola
que todos los domingos había fiesta en el barrio, fue así como Baigorri fue bautizada como “la calle de los títeres”, nombre que perdura
hasta nuestros días. En 1989 la municipalidad cede un espacio con entrada por Baigorri 30 para que realicen las actividades.
Esa cuadra emblemática llena de murales y sus
adoquines asomando por debajo del asfalto sigue siendo, junto al viejo vivero,
un lugar de encuentro con la cultura. Es un espacio mágico para los niños, un
portal para viajar con la imaginación donde todo puede suceder.
Yo prefiero pensar que siempre fue mágico, por eso
Pepe nació allí y los árboles del parque España que aún perduran, fueron
testigos de sus risas y sus juegos de la infancia.
Qué mejor destino para la cuadra que vio nacer al
hombre cuya existencia alegró a generaciones enteras y sigue robando sonrisas
con solo pronunciar su nombre, que
convertirse en la calle preferida de los niños.
Claramente, hay que ser muy guapo, para dejar
semejante legado.
Baigorri 75 - año 2020
* fuentes consultadas ABCC - Argentine-British Community Council Pagina Facebook. / Mapas Archivo BA
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