El chinito insaciable se limitaba a pedir por
teléfono toallas, preservativos, alcohol y algún plato de comida para reponer
fuerzas, ya que las chicas desfilaban de turno en turno, y aparentemente él
tenia resto para todas.
Cumplidas las 48 hs. de estadía en el telo, y
luego de que ya no quedaran señoritas disponibles ni dinero para pagarles, a
eso de las 10 de la noche llama por ultima vez a Carlos, el conserje de turno,
y pide antes de irse una última cena.
Carlos que llevaba la abultada cuenta de
gastos, accede con la condición de que se retire a las 23 hs. del lugar, previo
pago de lo adeudado.
El excitado asiático, del cual no sabemos su
nombre, al encontrarse sin dinero por habérselo gastado en las mujeres que le
mandaban del cabarulo, se ve obligado a llamar a un amigo para que lo rescate
de esa situación trayéndole efectivo.
No paso mucho tiempo, hasta que el personal del
hotel es visitado por la
Federal en busca del ocupante de la habitación 413. Al parecer el amigo del endeudado, al saber donde
se encontraba éste, dio parte a la policía que lo buscaba intensamente por el presunto
asesinato de su novia.
Nada grata fue la sorpresa de la gente del
hotel ante tamaña noticia, que sin perder un instante y tratando de no levantar
la perdiz ya que el hotel estaba bastante concurrido, llamaron insistentemente
a la habitación sin obtener respuesta alguna. Por cuestiones legales, sin orden
de allanamiento la policía no podía ingresar a la habitación, ni siquiera al
hotel, tenían que limitarse a esperarlo en las salidas, porque recordemos que
el hotel tenía dos, una por la avenida y otra por la calle lateral.
Carlos siguió insistiendo, subió y golpeo
personalmente la puerta, pero el chino seguía sin responder, todos comenzaban a
inquietarse. Fue entonces cuando desesperado se le ocurrió que la mucama si
podía entrar a la habitación con la llave maestra y verificar que es lo que
estaba pasando. Así fue que después de conseguir a la valiente que entraría, y
acompañada por él abrieron la puerta de la 413.
La habitación era sencilla, cama doble, baño
simple, espejos por doquier y la clásica tele con canales triple X amurada con
un soporte en lo alto de la pared, y es ahí justamente donde se encontraba el
pendulante chino, ahorcado con una sabana del soporte de la tele, mientras en
la pantalla se veía a dos colegialas jugueteando con un bien dotado caballero.
Por suerte ninguno grito del susto, simplemente
quedaron impávidos. La prioridad ahora era mantener la discreción, tratar de
solucionar el problema sin que se enteraran las parejas que ocupaban el hotel, además
la prensa tampoco debía saberlo, ya que si esto salía a la luz seria el fin del
prestigio del lugar que por tantos años estaba en el barrio.
Fue así que con un billete de por medio todo
quedo en el mayor de los secretos, el forense ingreso, examino el cuerpo y con
suma discreción la morguera lo saco del lugar. Luego llego el turno de los
peritos, estos buscaban el arma homicida que habría usado el suicida para matar
a su chica, en vano fue su búsqueda ya que la pistola no apareció.
Finalmente y de madrugada se termino con el
tema, la policía se retiro y las mucamas procedieron a limpiar la habitación
para los próximos clientes.
Paso apenas una semana y del deposito del baño
comenzó a salir un agua color marrón que caía por las paredes e inundo el
suelo, las mucamas no entendía a que se debía esta anomalía por lo que tuvieron
que llamar a mantenimiento. Una vez más
quedaron sorprendidos cuando al desarmar el tanque para arreglar el insólito
desperfecto, aparece el arma homicida obstruyendo la cañería.
A pesar de lo cruento de los hechos, la
historia permaneció en el ostracismo, nadie supo lo acontecido en aquella
habitación 413 que permanece igual en su fisonomía.
Si alguna vez en un apurón entras a ese hotel,
nunca aceptes ese cuarto, porque que
cuando estas en pleno coito y de refilón ves el reflejo de la tele en el espejo
del techo, por un segundo pareciera verse una sombra que se mueve de un lado al
otro, y otras veces una interferencia interrumpe la película y puede verse la
cara de un hombre oriental observando.
Historia divertida, atrapante, agil....me encanto KARY, ídola y vamos por más
ResponderEliminarGracias Anonim@ la idea es divertirse siempre....
Eliminarbuena historia, gracias
ResponderEliminarGracias a vos por leerla y comentar.
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