Cuando somos niños las cosas vividas en gran
medida determinaran nuestro carácter de adultos, desarrollamos nuestros gustos,
pasiones y también guardamos en la memoria aquellos momentos que al recordarlos
nos dibujaran una sonrisa en el rostro.
A veces, los recuerdos están dormidos y nos
hace falta un poco de ayuda para que despierten.
En mi infancia y la de mis hermanos, al igual
que la de muchos chicos del barrio de Palermo, una sonrisa de oreja a oreja se
nos formaba el día del niño. Más allá de la expectativa por los regalos
familiares, que muchas veces respondían a los ruegos efectuados con varias
semanas de antelación y otras tantas que eran mas no, ya sabíamos de antemano
que en el Club Eros se preparaba una gran fiesta en la calle. No importaba mucho
si se era parte del club o no, ni siquiera era condición ser vecino del barrio,
desde los años ´60 era tradición y todos sabían lo que iba a pasar. Desde la
mañana se veían los preparativos, la cuadra era cortada de esquina a esquina y adornada
con banderines de colores, enormes caras de payasos dibujadas en cartulinas adornaban
las paredes, una pareja de pony´s con sombrerito y montura se usaban para dar
la vuelta a la manzana y sacarse una foto, se repartían caramelos masticables,
globos y chucherías a granel y el numero principal era la función de títeres.
El carromato de La Golondrina llegaba
tambaleante por las calles empedradas, perseguido por niños apurados que no
querían perderse la función. Pepe, el titiritero desalineado y con espesa barba,
estacionaba en Uriarte justo frente a la puerta del club, a nadie le importaba
sentarse en los adoquines a esperar expectantes que las cortinas se corrieran y
aparecieran los actores principales, un oso, un diablo, un caballero y una
princesa. Entonces comenzaba la magia, se corría el telón, la música sonaba,
las risas retumbaban en el cielo de Palermo y nadie quería que se acabe la
función, la excitación por lo vivido duraba hasta el tercer recreo de lunes en
el cole, donde se seguía hablando de lo sucedido.
Pepe Ruiz vivía en el barrio, aunque su barrio
era la Argentina
toda, desde muy joven a los 14 años, había decidido que su vida eran los
títeres. El y sus entrañables personajes recorrían las plazas del país y del
continente, contando historias a miles de niños de distintas culturas y a sus
padres que también se emocionaban. Su lenguaje era universal, y los cuentos
provenientes en su mayoría de su imaginación, dibujaban sonrisas a los niños
aborígenes y a los españoles, a los del mar y los de las montañas, a los
cristianos, los judíos, los musulmanes y los temerosos del diablo, que no les
temblaría el pulso para arrojar objetos al carromato al ver salir a tan nefasto
personaje con cuernos y tridente, por suerte estos últimos solo lo hicieron una
vez y por el susto.
En los años ´80 Pepe ya tenia sus propios
niños, quienes asistían a la escuela 23 Dr. José Maria Bustillos que quedaba en
Thames y Gorriti, creo que eso lo motivo a dar clases de títeres los sábados en
el colegio para los que quisieran asistir.
Con papel, agua y harina, los chicos
materializaban los personajes que le dictaban su imaginación, las temperas de
colores y los vellones de lana vieja le daban personalidad, para finalmente ser
bautizados y presentados en sociedad como verdaderos seres vivientes dotados de
alma que los padres mirarían sin comprender del todo su valor real. Pepe era
muy didáctico y un pedagogo innato, a demás de enseñar a crear títeres, también
daba clases de teatro y preparaba varias obras infantiles con elenco integrado
por chicos de todos los grados, para ser representadas en un gran festival
escolar a fin del año lectivo. El sabía ver más allá en cada niño, comprender
sus necesidades y descubrir sus aptitudes, sabia como extraer el diamante en la
roca.
En los años 90, se lo solía ver por plaza
Francia haciendo funciones los domingos a la tarde, y cada tanto desaparecía a
causa de uno de esos largos viajes en su carromato.
En la actualidad y con sus sesenta y pico de
años y 50 de trayectoria, vive en España, sigue enseñando su arte a jóvenes
titiriteros y dando funciones callejeras acompañado de su hijo Iván. También
edito un libro sobre los titiriteros trashumantes de Latinoamérica, y en sus páginas
se puede descubrir su propia historia. Increíblemente y a pesar de su lejanía,
su magia flota en la ciudad y en el recuerdo de miles de personas que lo vieron
cuando eran niños, algunos cada tanto se preguntan por donde andará la Golondrina , otros como César López Ocón, le dedicaran un poema:
Vuela “La Golondrina ” enamorada
por un cielo infantil
de primavera
saltimbanqui feliz,
volatinera,
se detiene en la
aldea adormilada.
Nace ¡Oh! El retablo
de la nada
y en medio de la
plaza dominguera
florece, al fin, la
risa bullanguera
como flor antigua,
recobrada.
Los títeres retornan
a la senda.
Más queda un viejo
aire de leyenda
flotando como un
duende forastero.
También a una
muchacha le ha quedado
para siempre un
recuerdo alucinado:
la barba hirsuta del
titiritero.
En mi caso particular, le debo a Pepe ser el
primero en creer que con 12 años yo podía contar historias, el me enseño a dar
riendas sueltas a mi imaginación improvisando con un títere en cada mano o
actuando sobre un escenario frente a todo un colegio. Durante años, estos
hechos durmieron en mi memoria, fueron un recuerdo de la niñez del cual no note
su verdadera dimensión hasta que me reencontré con Cris Lomba, quien fuera
compañero de primaria y que antes de fallecer me regalara las imágenes de su infancia,
entre sus relatos figuraba el siguiente: “...siempre me acuerdo de vos,
tengo tu imagen grabada de una tarde en la plaza de Malabia cuando eras titiritera,
guardo hermosos recuerdo de aquellos años”.
Ahora esos recuerdos me acompañan
vividos en mi memoria para poder contarle a quien me lea, que existe un hombre
poseedor de un mundo lleno de magia, que vuela con la golondrina y su nombre es
Pepe Ruiz.
Sacaron el video!!
ResponderEliminarHermosa historia. ¿Porqué se fue a España? Lo imagino con nostalgias de acá...
Asi parece que lo eliminaron de Youtube, seguramente se fue a españa por su condicion de Titiritero trasumante. Si en algun momento encuentro algun otro video prometo subirlo. saludos y gracias por el comentario.
EliminarHola, amigos de los títeres y titiriteros, soy Juan, amigo de Pepe, hace años no se nada de él, me parece haber leído que falleció. Me podéis decir algo sobre esto? Muchas gracias
ResponderEliminarHola Juan, en mayo del 2019 estuvo en un evento en la calle de lo titeres en barracas, podes ver el video en youtube. luego de eso no se nada mas. saludos y gracias por leerme.
Eliminarhola karina! muy bueno tu relato. soy tucumana y escribo sobre la historia en tucuman. pepe ruis fue tucumano, sabes que año nacio? ando tras algunas pistas. agradecere que nos contactemos. esminanda@gmail.com gracias!!
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